Un pez clave
"El sábalo es una especie clave en el sistema, ya que cumple una función ecológica: come materia orgánica particulada que está contenida en los sedimentos y, a su vez, es alimento de otros peces, ya que los juveniles de surubí y dorado se alimentan de los huevos y las larvas de sábalo.
En la base de la pirámide trófica está este vertebrado, algo que no sucede en los demás ríos del continente", explica el biólogo Norberto Oldani.En primavera el sábalo remonta el Paraná para desovar; puede nadar hasta 400 kilómetros aguas arriba. Se reproduce por primera vez en el segundo año de vida, cuando alcanza entre 40 y 42 centímetros. Las hembras ponen de 400.000 a 800.000 huevos. Como la cantidad de huevos aumenta con la talla y la edad, la sobrepesca implica pérdida de diversidad genética, es decir, de los ejemplares que pueden trasmitir los genes de los peces de mayor tamaño. Los huevos miden de uno a tres milímetros.
En cifras
42 centímetros es la talla media de las piezas de sábalo que se capturan hoy. En 1989, en Victoria, Entre Ríos, la talla era de 46 a 48 cm.
11.000 toneladas de sábalo se podrán exportar este año. Ya salieron 8000 a Colombia, Brasil, Bolivia, Sudáfrica, Nigeria, Holanda y Rusia.
17 frigoríficos congelan y exportan pescado de río sin valor agregado: 11 en Santa Fe, 4 en Entre Ríos y 2 en Buenos Aires.
Fuente: Diario Clarín / por Sibila Campshttp://www.clarin.com/diario/2009/09/28/sociedad/s-02007625.htm
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