La contaminación del pueblo Había una vez un pueblo donde había mucha contaminación. Las
personas no le daban importancia, solo les importaba el mundial
de fútbol.
En el pueblo había un chico llamado Santiago al que sí le importaba el medio ambiente; el era el hijo del presidente y era rubio de ojos celestes.
Un día Santiago iba caminando por la calle, se fijó en la contaminación que producen las personas y se preocupó. Santiago llegó a su casa, prendió la tele y en el noticiero dijeron que quizá
no se jugaría el mundial de fútbol por motivo de la contaminación.
Toda la gente estaba preocupada, todos querían ver el mundial.
Entonces la gente empezó a ayudar al medio ambiente. Después en la noticia se dijo que se iba a poder jugar el mundial y todas las personas decidieron seguir cuidando el medio ambiente y
reciclar para que el pueblo esté mejor.
Santiago hizo todo lo posible para cuidar el pueblo. Otro día llegó a su casa, prendió la tele nuevamente y en el noticiero se dijo: ¡se juega el mundial! Toda la gente se veía contenta porque
pudieron vencer a la contaminación, Santiago se puso feliz al igual que toda la gente, y dijo: aprendimos una lección: nunca volver a contaminar más.
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