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martes, 13 de mayo de 2008

No a la privatización de la biodiversidad

¡Lejos ser una solución, los agrocarburants son una amenaza! La solución: la diversidad de las culturas humanas y la biodiversidad de las plantas y animales Sólo la agricultura campesina y la defensa de la biodiversidad vegetal, animal y también de la diversidad de los modelos culturales humanos pueden responder de manera duradera a las crisis medioambientales actuales (pérdida de biodiversidad animal y vegetal, cambio climático, crisis energética). Las semillas, para poder adaptarse, deben diversificarse y variables. Vale así mismo para los animales. Sólo la biodiversidad conservada y renouvellée en los campos de las campesinas y campesinos permitirá desarrollar las plantas y las especies animales que mañana se adaptarán a los nuevos contextos climáticos. En vez de poner millones de dólares en la conservación exsitu y en la investigación en laboratorio sobre los genes, es urgente apoyar la conservación en los campos de los campesinos y la selección participativa. Este trabajo esencial de renovación de la biodiversidad en los campos no podrá seguir sino con la presencia de numerosos campesinos y campesinas en todas las regiones del mundo, en todos los territorios y con producciones diversificadas. La operación de destrucción masiva de las comunidades campesinas ya bien avanzada en Europa y Norteamérica y en plena extensión en Asia, África y América Latina pone en peligro la capacidad incluso de la humanidad para sobrevivir a los cambios del siglo que comienza. Para poder seguir desempeñando su papel en favor de la biodiversidad, los derechos de los campesinos y campesinas deben respetarse. Se trata por una parte de hacer respetar los derechos de los campesinos tales como se definen en el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRPAA), es decir, el derecho para los campesinos y las campesinas "a conservar, utilizar, a intercambiar y a vender las semillas reproducidas a la explotación". , Campesinos y campesinos del mundo, nos negamos que abandone este derecho de uso colectivo como contrapartida de una pretendido "división de las ventajas" resultante de la aplicación de derechos de propiedad privada sobre las semillas (mediante las patentes y los certificados de obtención vegetal). Las semillas son el patrimonio colectivo comunautés del indígenas y los campesinos: no pertenecen a persona en privado, pero nuestro deber es transmitirlos a las generaciones futuras. Por otra parte, los derechos de los campesinos deben también incluir el acceso a la tierra, al agua como derechos de uso colectivo, el derecho a intercambiar y vender los productos de la agricultura campesina en los mercados locales y el derecho a a participar de a todas las decisiones que se nos conciernen. Es el respeto y la aplicación activa de estos derechos que solos permitirán a las campesinas y a los campesinos del mundo cumplir su papel para la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. La presencia en todos los territorios de comunidades campesinas que producen la alimentación local y preservan los suelos es la solución también a la crisis énegétique y al cambio climático vinculado al aumento del tipo de carbono en el aire. Es necesario sustituir al modelo de producción industrial y a agroexportateur basado en un fuerte consumo energético y de los transportes largos por una producción vuelta a poner e intensiva en trabajo humano. Los métodos de producción sobrios en energía son los que reclaman más el de mano de obra: para mantener la fertilidad de los suelos, administrar producciones diversificadas y mixtas (animales y vegetales), seleccionar las plantas y los animales más adaptadas a la tierra, etc. A la hora en que millones de campesinos sin tierra se mueren de hambre en los barrios de chabolas y so'lo piden un pedazo de tierra a cultivar, es urgente sustituir a los abonos químicos y los pesticidas por trabajo campesino. La diversidad de las sociedades campesinas e indígenas, adaptadas a cada territorio, y sus conocimientos tradicionales y sin cesar renouvellés son nuestra mayor riqueza ante lo que está en juego a niveles actuales. Es necesario no solamente par cuanto antes el éxodo rural y la destrucción de las comunidades campesinas, pero fomentar una parte mucho más importante de las poblaciones que se ha convertido en campesinas y de campesinos para responder a los retos presentes.
Protocolo de Bioseguridad y Convenio sobre la Biodiversidad: